Jose A. Marina escribió "El éxito requiere una vida apresurada, mientras que la vida afectiva consiste en poner mi tiempo a disposición de la relación con otra persona".
Lo interesante de este punto es revisar si verdaderamente es incompatible: seguramente requiere de mayor esfuerzo y atención pero sabemos que la vida afectiva debería estar incluida como parte de nuestros éxitos.
El tiempo se vuelve clave para dominar y debemos adquirir destreza en el arte de la disponibilidad: para el ser, para el otro y para el mundo.
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