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domingo, 31 de agosto de 2014

Espero que te enamores...


Espero que te enamores de alguien que siempre te vuelva a llamar
y nunca puedas quedarte dormido sin sentirte deseado.
Espero que te enamores de alguien que te tenga la mano
durante las partes de miedo en las películas de terror
y quema galletas mientras los dos están ocupados
bailando alrededor de la cocina.
Espero que te enamores de alguien que te haga cosquillas
y te haga sonreír en los días difíciles y en los días fáciles.
Pero más allá de todo
 lo que yo espero es que te enamores de alguien
que nunca te deje atrás y de todo por sentado.
Alguien que este a tu lado cuando tengas razón
y este junto a tí cuando te equivoques.
Alguien que te vea en lo peor y te ame todavía.
Espero que te enamores de alguien que te de un beso en la lluvia
y te abrace cuando estés frío
y que no lo haría de ninguna otra manera.

                  Anónimo          ( dedicada)




















sábado, 30 de agosto de 2014

Amor de Tarde

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "Que tal"? y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
                                      Mario Benedetti







jueves, 28 de agosto de 2014

Poema del amigo

Se necesita un amigo.
No importa que sea hombre o mujer,
basta que sea humano,
basta que tenga sentimientos,
basta que tenga corazón.
Se necesita que sepa hablar y callar,
y sobre todo que sepa escuchar.
Tiene que disfrutar de la poesía,
de la madrugada, de los pájaros, del sol,
de la luna, del canto, de los vientos
y de las canciones de la brisa.
Debe tener amor, un gran amor por alguien,
o sentir entonces la falta de ese amor.
Debe amar al prójimo y respetar el dolor
que los peregrinos llevan consigo.
Debe guardar el secreto sin sacrificio.
Debe hablar siempre de frente y
no traicionar con  mentiras y  deslealtades.
No debe tener miedo de enfrentar nuestra mirada...
No es necesario que sea de primera mano,
ni es imprescindible que sea de segunda mano.
Puede haber sido engañado
pues todos los amigos son engañados.
No es necesario que sea puro
ni que sea totalmente impuro,
pero no debe ser vulgar.
Debe tener un ideal, y miedo de perderle,
y en caso de no ser así,
debe sentir el gran vació que esto deja.
Tiene que tener resonancias humanas
su principal objetivo debe ser el del amigo.
Debe sentir pena por las personas tristes
y comprender el inmenso vacío de los solitarios.
Se busca un amigo para gustar de los mismos gustos,
que se conmueva cuando es tratado de amigo.
Que sepa conversar de cosas simples,
de lloviznas y aguaceros y
de los recuerdos de la infancia.
Se precisa un amigo para no enloquecer,
para contar lo que se vio de bello y de triste,
de los anhelos y de las realizaciones,
de los sueños y de la realidad.
Debe gustar de las calles desiertas,
los charcos de agua y los caminos,
el borde de la calle, del bosque después de la lluvia
 y acostarse en el paso.
Se precisa un amigo que nos diga que merece la pena vivir,
no porque la vida es bella, sino porque estamos juntos.
Se necesita un amigo para dejar de llorar,
para no vivir de cara al pasado,
en busca de memorias perdidas.
Que nos palmee los hombros,
sonriendo o llorando,
pero que nos llame amigo,
para tener la conciencia de que aún estamos vivos.

       Vinicius de Moraes (1913-1980)