Nuestro ego comienza a tomar formas hasta encontrar alguna un poco más comoda en la que aquietarse. El problema de la comodidad es que crea seudoseguridad y algo de rigidez.
La rigidez envuelve a la terquedad y el ego se engrandece tanto!
Los oídos se vuelven sordos, las palabras se bifurcan a conveniencias tramposas que ayudan a sostener las manias creadas.
Así son los malditos juegos del Ego!
jueves, 29 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me interesa tu opinión.