El dinero es un poderoso soporte para el ego atrofiado; mantienen una relación con una combinatoria de la época actual: furia.
Pareciera que el dinero y la espiritualidad son opuestos intocables.
La espiritualidad no reniega del dinero. No centra la vida en el dinero, éste no la dirige.
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El ego tiene tantas capas, que nunca terminamos de lidiar con él.
ResponderEliminarAtención y cuidado.