Cuando hay paz y amor nos respetamos a nosotros mismos y nos sentimos muy fuertes.
Necesitamos prestar atención a la calidad de nuestros pensamientos, debiendo ser puros, elevados y determinados y entonces experimentaremos paz en la mente.
¿Prestamos atención a esto dandole prioridad en nuestro paso por la vida?
Estos pensamientos crean una energía que automáticamente fluye hacia el exterior y protegiendo de las influencias negativas.
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