Se escucha media historia y se lanza sobre su más cercano y más querido vecino, contándole una historia y media. En conjunto, un mero cuento.
Deberíamos hacer como aquellos tres monos prudentes: no ver nada malo; no escuchar nada malo y no decir nada malo.
Como la lechuza sabia, que cree que el que habla
Muchas personas, charlan, sueltan tonterías, vaguedades, incoherencias, pura discordancia.
Cuando se habla, no se aprende. Y si no se aprende, le será preciso aprender.
Lo mejor, pegarse una cinta adhesiva en los labios y conservar bien abiertos los oidos.
Lo de la cinta adhesiva, lo he pensado muchas veces. soy de las que no deja pasar el aire entre pensamiento y pensamiento y después viene ¿que he dicho? ¿como he podido decir esto?¿quien me ha dado permiso para contar esto?... y sobre todo ¿a donde me ha llevado esto? o ¿que he conseguido con esto? MALESTAR¡¡¡¡Cuando oigo algún comentario del tipo que sea automaticamente digo yo......
ResponderEliminarDespués de todo esto estoy vigilandome y como dice Liliana ME ESTOY DANDO CUENTA¡¡¡¡¡
Saludos.
Gracias por compartir tu comentario. Es bueno darse cuenta; nos permite corregir y avanzar!
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